En la guerra de pelos, en la que se han enfrentado siempre el liso y el rizado, este último nunca había ganado ni la más mínima batalla. El pelo liso siempre había sido el favorito. A causa de esto, las planchas y secadores eran herramientas de guerra imprescindibles. Sí, y decimos guerra con todo el conocimiento de causa, o ¿acaso no era una auténtica lucha tener que convertir un cabello rizo en uno liso cada día después de la ducha? Pero esto acaba de cambiar. La esclavitud del pelo liso ha terminado. El pelo rizado se ha impuesto como pelo cool. Ahora el sufrimiento es otro: conseguir que ese cabello rizado luzca precioso. Y no es tarea fácil, pero con estos 10 trucos, lo tienes chupado.