Si lo tuyo es un ‘bad hair day‘ pero a diario el diagnóstico está claro: tu problema es el encrespamiento. Un disgusto que generalmente padecen las personas con el pelo rizado y ondulado, por el hecho de ser más poroso, pero del que tampoco se libran las personas con el pelo liso.
Pero, ¿por qué me pasa a mi esto? dirás. Ay, amiga, porque tu cabello está deshidratado. En la búsqueda de esa humedad que le falta, el cabello, sediento, se expande. Pero, ojo, no es la única causa, la genética tienen mucho que ver con que nos toque un pelo difícil de domar. Pero no le eches toda la culpa a los genes, nuestros hábitos diarios también influyen. La buena noticia es que los podemos cambiar, ¿verdad? Vamos a ello.